Juegos psicológicos

Acabo de terminar una película que parecía no acabar nunca. Me refiero a la tremenda (que, después de verla, ya estoy autorizado a decir que es tremenda) 'Zodiac' de David Fincher. Larga (158 min.) pero intensa en sus mejores momentos, seguramente escribiré sobre ella y alabaré a más no poder el talento innegable de uno de los mejores directores contemporáneos del universo. Ojalá me anime.

Ahora, se me viene a la mente el tagline de la película: "There's more than one way to lose your life to a killer", que al español se tradujo algo así: "No sólo matándote un asesino puede quitarte la vida". Me imagino que si vieran la película sabrían a lo que el lema de 'Zodiac' apunta. Pero, antes de verla, me puse a pensar en esta certera frase, y se me vino a la mente 'Se7en' (1995), dirigida también por Fincher, que trata más o menos el mismo tema, sólo que en la del 95' las cosas son un poco más claras, ligeras y netamente ficticias. Me acordé de 'Se7en' porque me puse a pensar como funciona la mente de un psicópata, pero yendo un poco más lejos, reflexioné sobre el comportamiento de las víctimas, o las posibles víctimas, que en cualquiera de los casos, y llevando un poco más la teoría a la realidad, podría ser cualquiera.

Existe todo un juego psicológico detrás de esto. Desde el momento en que comienza la "cacería", surge un tormentoso lapso donde llueven las pistas que el asesino, con una táctica perfecta, logra implantar el miedo en sus presas sin dejar huella alguna. Esto siempre me ha causado terror, por lo menos cuando veo un thriller, especialmente si es de Fincher, quién sabe perfectamente como hacer sufrir al espectador sin utilizar necesariamente escenas de extrema violencia.

Me aterra porque siempre trato de imaginar como sería estar en los zapatos del que, probablemente (nadie sabe, quizás se salva) está a punto de morir, pero no en el "preciso" momento que dejará de existir, es decir, no en esa típica escena que tiene la pistola en la cabeza y ya se siente el sonido del gatillo detonando el sonido de una bala, si no más bien, trato de sentirme de la misma forma que siente por ejemplo el tipo que recibe una llamada y se oye un macabro suspiro en señal de peligro, o cuando se da cuenta que está solo en un recinto cerrado, con un fuerte presentimiento de que alguien lo está siguiendo y más encima la luz de golpe se apaga. Todo esto me provoca un escalofrío tremendo, y creo que son muy pocos los directores que logran plasmar todo esto de manera, David Fincher por ejemplo es uno.

Y es así como se me viene a la mente esa memorable frase del gran Alfred Hitchcock: "No hay ningún terror en un disparo, sólo la anticipación a él". Con eso podría resumirlo todo. Se trata de como manipular con mucha maldad la mente del sujeto, destripar sus nervios y robarles el alma del susto, sembrarles el pánico minutos, horas, días, semanas, meses y hasta años antes de exterminarlos por completo, para que de esa forma, se esté muriendo desde mucho antes. Eso a mí me enferma y al mismo tiempo me encanta, obviamente, me encanta... mirarlo en el cine, no vayan a pensar que soy un asesino serial con serios trastornos o algo así.

Es por esto que el desquiciado psicópata promedio no mata a sus víctimas de un balazo en la cabeza, ese no es su fin. En este caso, el maldito disparo, al contrario, sería un alivio para quién ya no puede sufrir más, y la pistola sería la herramienta perfecta para acabar con el macabro juego del asesinato con audaces trampas, que cuando se remonta a fines psicológicos, el cual busca un único propósito al gozar con el conmovedor sufrimiento de la víctima, es casi tan doloroso como cualquier daño físico, hasta el más repugnante.